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La Ingeniería es un Grado: Siete medidas para fortalecer la profesión de ingeniero

“La Ingeniería es un Grado” se celebró el 23 de noviembre de 2018. Esta jornada fue organizada por la METGEC, formada por catorce corporaciones, que
representan a unos 15.000 colegiados y asociados en Catalunya. Entre sus funciones está la defensa de la profesión de ingenieros de forma conjunta y la puesta en valor de la ingeniería ante los empresarios, la Administración y la sociedad en general.
 

Los ingenieros hemos visto, en los últimos años, que las administraciones convocan oposiciones sin contar con los graduados, que las empresas contratan profesionales sin conocer la oferta académica y que los estudiantes de ingeniería cada vez son menos y están más insatisfechos.

Ante esta situación, no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Y es por esta razón que desde la Mesa de Ingeniería Técnica y de Graduados en Ingeniería de Cataluña (METGEC) presentamos el presente documento. Este texto ha sido fruto de un encuentro en el que se debatió sobre los grados en ingeniería con representantes de las empresas, las universidades y los colegios profesionales.

Con las siguientes propuestas pretendemos reforzar una profesión capital en la sociedad de hoy:

 

  1. Luchar para que las administraciones incluyan a los graduados en el nivel A. La ley dice que los ingenieros graduados pueden acceder a los niveles A1 y A2 de la Administración, pero eso no se cumple en muchas convocatorias públicas de empleo.
  2. Fomentar la habilitación profesional. Tal y como se hace en buena parte de Europa, la habilitación profesional debería ser valorada para ejercer la profesión de ingeniero. Es decir, la demostración de las competencias adquiridas a partir de la experiencia laboral. La ingeniería es un sector que cambia constantemente y esta iniciativa aporta seguridad al mercado.
  3. Poner en valor la colegiación en la función pública. En los supuestos vigentes de colegiación obligatoria en el ámbito de la ingeniería, hay que estar colegiado para ejercer de ingeniero en cualquiera de sus modalidades, incluida la dependencia administrativa, institucional o funcionarial. Por este motivo reclamamos a las administraciones el cumplimiento de la ley, ya sea para los actuales ingenieros, funcionarios, interinos o contratados, como para las nuevas incorporaciones.
  4. Frenar el descenso de estudiantes en las ingenierías. Los datos nos avisan que el número de alumnos que estudian ingeniería es cada vez más bajo, que el alumno no queda tan satisfecho como en otros estudios y que no está consiguiendo atraer a las mujeres a estas carreras. Es imprescindible poner remedio a este hecho.
  5. Simplificar el catálogo de titulaciones de grado. Hay un desconocimiento importante por parte de estudiantes y empresarios sobre las titulaciones ofrecidas. Una explicación de ello es que actualmente hay más de 50 tipos de grados diferentes de ingeniería en Cataluña.
  6. Diferenciar claramente los grados de los másteres.Los grados dan formación general y los másteres, avanzada de carácter especializado. Se deben separar mejor las funciones de ambos para que no haya confusiones: los grados universitarios son los títulos pensados para el acceso al mercado laboral. Hay que tener en cuenta que la existencia de los másteres profesionalizadores de dos años aumenta el desconcierto, ya que también son generalistas y perpetúan los dos niveles de ingeniería como un modelo único en Europa. Los ingenieros graduados están en el nivel 2 del MECES y en el 6 del EFQ, como el resto de ingenieros europeos.
  7. Mejorar la colaboración entre empresas y universidades. Trasladar las necesidades del mundo laboral al académico es un imperativo para dar una formación más acorde con la realidad de las empresas. También es necesario estrechar las relaciones entre los colegios y las asociaciones empresariales para acercar posiciones, aprovechar sinergias y poner en valor la colegiación entre los empresarios y las agencias de recursos humanos.
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